Escribiría sobre los tiempos en los que te llamaba papá y tú no sabías que papá era mi forma de pronunciar superhéroe. Escribiría sobre la clase en la que nos preguntaron que queríamos ser cuando seamos grandes y yo dije, alto y claro, que quería ser como mi papá. Todos se rieron. Hasta los niños que querían ser superhéroes se rieron.

Escribiría sobre los poderes que querían tener pero eran los típicos de siempre. Todos querían volar o tener superfuerza pero a mi padre no le hacía falta nada de eso para hacernos sentir protegidos. Escribiría sobre los motivos por los que nos distanciamos pero le he dado tantas vueltas que ahora es demasiado tarde.

Escribiré sobre todas las veces que pensé en pedirte perdón y no lo hice. Sobre los abrazos que me hubiese gustado darte. Escribiré un te quiero sobre otro. No pararé hasta que lleguen al cielo.